Monday, April 15, 2019

Triunfo histórico de Bukele sacude las expectativas de El Salvador. Segunda parte


A continuación se entrega la segunda parte del artículo Triunfo histórico de Bukele sacude las expectativas de El Salvador.

Axel Preuss-Kuhne comparte el análisis de Christine Wade plasmado en el artículo Big Victory Comes With Big Expectations for El Salvador’s Young New President, publicado el 11 de febrero de 2019 en el sitio web worldpoliticsreview.com.

El triunfo de Bukele es un remezón de la estructura de los partidos tradicionales

Algunos salvadoreños con los que habló Christine Wade se refirieron a las presidenciales como  la "primera elección de posguerra" del país, dada la desaparición electoral de los dos partidos, que habían sido rivales en tiempos de guerra, pero en la urna. El propio Bukele habló sobre pasar la página de la guerra y sus consecuencias. Aún queda por ver si ARENA o el FMLN se reestructurarán a tiempo para las elecciones legislativas y municipales de 2021. La dirección política de ARENA renunció a raíz de la pérdida, y tanto las comisiones políticas de ARENA como las del FMLN han anunciado que su membresía no será elegible para la reelección. Sus perspectivas futuras se basan no sólo en una transformación genuina, sino también en qué tan bien trabajan con la administración entrante de Bukele en temas clave.

La posición difícil de Bukele frente a la legislatura

Ya se ha especulado mucho sobre las perspectivas de éxito de Bukele, dada la legislatura dividida que enfrenta. Su propio partido político actualmente no tiene escaños en la Asamblea Legislativa. Su compañero en la boleta electoral, la Gran Alianza para la Unidad Nacional, tiene sólo 11, mientras que ARENA tiene 37 y el FMLN tiene 23. Pero a ARENA y al FMLN probablemente les resulte difícil oponerse a Bukele por su gran victoria. Los partidos que son vistos como obstruccionistas pueden ver su futuro político evaporarse, y rápidamente. Ya el Partido de la Coalición Nacional, que controla seis asientos y tradicionalmente vota con ARENA, se ha comprometido a apoyarlo.

Sin embargo, los desafíos de Bukele son formidables y las expectativas son altas. La violencia criminal y la inseguridad siguen siendo problemas muy reales. Las tasas de homicidios disminuyeron en 2018, pero aún superan los niveles epidémicos. Todavía hay franjas de territorio controlado por pandillas en lugar de el estado. El desplazamiento interno ha superado las 200.000 personas por año durante los últimos dos años.

La economía de El Salvador ha estado estancada por más de una década

La exportación más exitosa son los casi 3 millones de salvadoreños que viven en el extranjero y envían remesas a sus hogares para mantener la economía a flote. El país ha construido una economía basada en el consumo, pero no mucho más. Noventa y ocho centavos por cada dólar en remesas aparentemente regresa a los Estados Unidos en forma de bienes comprados. Hay pocos trabajos, y aún menos buenos trabajos. El país tiene una necesidad desesperada de reforma fiscal, desde una mejor recaudación de impuestos hasta reducciones en la deuda pública. Bukele debe tratar de mejorar los servicios públicos como la salud y la educación. Y, por supuesto, hay corrupción endémica.

¿Cómo abordará Bukele los desafíos del país?

Bukele hizo una gran campaña para la creación de una comisión contra la impunidad similar a la Comisión Internacional contra la Impunidad respaldada por los Estados Unidos en Guatemala, o CICIG, que actualmente está en la mira del gobierno del presidente Jimmy Morales. La idea de una Comisión Internacional para el Combate a la Corrupción e Impunidad es muy popular entre los votantes salvadoreños, pero puede requerir un gran acuerdo con los partidos políticos en todo el espectro. Su enfoque del crimen difiere de las políticas del "puño de hierro" del pasado, enfatizando la prevención de la violencia, el empleo de los jóvenes y la revitalización de los espacios públicos, como lo hizo en las alcaldías de San Salvador y Nuevo Cuscatlán. Finalmente, tendrá que contar con las élites empresariales salvadoreñas y sus aliados políticos, que han vigilado cuidadosamente sus intereses y se han resistido firmemente a la reforma económica, en particular con respecto a los impuestos.

Bukele necesitará rodearse de los mejores

La tarea más inmediata de Bukele, más allá de asegurar buenas relaciones con los Estados Unidos, que ya se ha reunido con el embajador de Estados Unidos en San Salvador, Jean Manes, es reunir un Gabinete con experiencia técnica que pueda traducir sus ideas a la realidad. Dados los límites de la paga ministerial, no será fácil reclutar a los mejores y más brillantes, aunque Bukele podría defender el caso de aumentar los salarios del gobierno, sin duda una meta difícil. Ya hay presión para aprobar una ley de reforma de la administración pública para profesionalizar la administración pública. Con las elecciones legislativas que se avecinan en 2021, Bukele estará bajo presión para cumplir con su agenda. Pero, al menos por un momento, el joven presidente tiene la ventaja de definir el nuevo panorama político en El Salvador.