A continuación se
entrega la segunda parte del artículo
Triunfo histórico de Bukele sacude las expectativas de El Salvador.
Axel Preuss-Kuhne
comparte el análisis de Christine Wade plasmado en el artículo Big Victory Comes With Big Expectations for El Salvador’s
Young New President, publicado el 11 de febrero de 2019 en el sitio
web worldpoliticsreview.com.
El triunfo de Bukele es un remezón de la estructura de los partidos
tradicionales
Algunos salvadoreños
con los que habló Christine Wade se refirieron a las presidenciales como la "primera elección de posguerra"
del país, dada la desaparición electoral de los dos partidos, que habían sido
rivales en tiempos de guerra, pero en la urna. El propio Bukele habló sobre
pasar la página de la guerra y sus consecuencias. Aún queda por ver si ARENA o
el FMLN se reestructurarán a tiempo para las
elecciones legislativas y municipales de 2021. La dirección política de ARENA
renunció a raíz de la pérdida, y tanto las comisiones políticas de ARENA como
las del FMLN han anunciado que su membresía no será elegible para la
reelección. Sus perspectivas futuras se basan no sólo en una transformación
genuina, sino también en qué tan bien trabajan con la administración entrante
de Bukele en temas clave.
La posición difícil de Bukele frente a la legislatura
Ya se ha especulado
mucho sobre las perspectivas de éxito de Bukele, dada la legislatura dividida
que enfrenta. Su propio partido político actualmente no tiene escaños en la
Asamblea Legislativa. Su compañero en la boleta electoral, la Gran Alianza para
la Unidad Nacional, tiene sólo 11, mientras que ARENA tiene 37 y el FMLN tiene
23. Pero a ARENA y al FMLN probablemente les resulte difícil oponerse a Bukele
por su gran victoria. Los partidos que son vistos como obstruccionistas pueden
ver su futuro político evaporarse, y rápidamente. Ya el Partido de la Coalición
Nacional, que controla seis asientos y tradicionalmente vota con ARENA, se ha
comprometido a apoyarlo.
Sin embargo, los
desafíos de Bukele son formidables y las expectativas son altas. La violencia
criminal y la inseguridad siguen siendo problemas muy reales. Las tasas de
homicidios disminuyeron en 2018, pero aún superan los niveles epidémicos.
Todavía hay franjas de territorio controlado por pandillas en lugar de el
estado. El desplazamiento interno ha superado las 200.000 personas por año
durante los últimos dos años.
La economía de El Salvador ha estado estancada por más de una década
La exportación más
exitosa son los casi 3 millones de salvadoreños que viven en el extranjero y
envían remesas a sus hogares para mantener la economía a flote. El país ha
construido una economía basada en el consumo, pero no mucho más. Noventa y ocho
centavos por cada dólar en remesas aparentemente regresa a los Estados Unidos
en forma de bienes comprados. Hay pocos trabajos, y aún menos buenos trabajos.
El país tiene una necesidad desesperada de reforma fiscal, desde una mejor
recaudación de impuestos hasta reducciones en la deuda pública. Bukele debe
tratar de mejorar los servicios públicos como la salud y la educación. Y, por
supuesto, hay corrupción endémica.
¿Cómo abordará Bukele los desafíos del país?
Bukele hizo una gran
campaña para la creación de una comisión contra la impunidad similar a la
Comisión Internacional contra la Impunidad respaldada por los Estados Unidos en
Guatemala, o CICIG, que actualmente está en la mira del gobierno del presidente
Jimmy Morales. La idea de una Comisión Internacional para el Combate a la
Corrupción e Impunidad es muy popular entre los votantes salvadoreños, pero
puede requerir un gran acuerdo con los partidos políticos en todo el espectro.
Su enfoque del crimen difiere de las políticas del "puño de hierro"
del pasado, enfatizando la prevención de la violencia, el empleo de los jóvenes
y la revitalización de los espacios públicos, como lo hizo en las alcaldías de
San Salvador y Nuevo Cuscatlán. Finalmente, tendrá que contar con las élites
empresariales salvadoreñas y sus aliados políticos, que han vigilado
cuidadosamente sus intereses y se han resistido firmemente a la reforma
económica, en particular con respecto a los impuestos.
Bukele necesitará rodearse de los mejores
La tarea más inmediata
de Bukele, más allá de asegurar buenas relaciones con los Estados Unidos, que
ya se ha reunido con el embajador de Estados Unidos en San Salvador, Jean
Manes, es reunir un Gabinete con experiencia técnica que pueda traducir sus ideas
a la realidad. Dados los límites de la paga ministerial, no será fácil reclutar
a los mejores y más brillantes, aunque Bukele podría defender el caso de
aumentar los salarios del gobierno, sin duda una meta difícil. Ya hay presión
para aprobar una ley de reforma de la administración pública para
profesionalizar la administración pública. Con las elecciones legislativas que
se avecinan en 2021, Bukele estará bajo presión para cumplir con su agenda.
Pero, al menos por un momento, el joven presidente tiene la ventaja de definir
el nuevo panorama político en El Salvador.