Tuesday, September 4, 2018

¿Cuáles son las causas de la migración de centroamericanos a EE. UU. ?


Las noticias a diario están repletas de historias sobre inmigrantes detenidos, familias separadas y las consecuencias de las políticas de "cero tolerancia" de la administración Trump. No obstante, a los ojos de la investigadora Susan M. Akram -profesora de leyes y directora del International Human Rights Law Clinic de Boston University School of Law's- hay relativamente pocos informes que se hayan centrado -en primer lugar- en las razones por las cuales miles de centroamericanos huyen de sus hogares.

Susan y sus estudiantes de derecho del Boston University School of Law's, se encuentran completando un estudio de investigación y trabajo de campo de tres años que brinda información detallada sobre las razones por las cuales los migrantes de Guatemala, Honduras y El Salvador (conocidos como "Triángulo del Norte") se van; por qué miles han desaparecido en la última década; y por qué ha habido tan poca responsabilidad por la triste suerte que han corrido.

A continuación hay un breve resumen de lo que Susan y su equipo de estudiantes han encontrado. Axel Preuss Kuhne ha tomado las notas de este resumen del artículo What's Driving The Migration Crisis At Our Southern Border?, escrito por la profesora Susan y publicado el 8 de agosto de 2018 en el sitio web wbur.org. Las opiniones de Susan no comprometen las opiniones de Axel Preuss-Kuhne.

Legado de la intervención de los EE. UU.

Los factores que causan esta migración son tanto históricos como recientes, pero un hilo persistente es el legado de la intervención de Estados Unidos.

Expertos y los mismos centroamericanos señalan el derrocamiento del gobierno democráticamente elegido de Jacobo Arbenz, derrocamiento apoyado por los Estados Unidos en 1954 en Guatemala, como un punto de inflexión para toda la región. Desde entonces, el gobierno de Estados Unidos ha seguido inmiscuyéndose en los asuntos centroamericanos, incluido su apoyo a los gobiernos represivos, que sofocaron las protestas mediante el uso de la violencia estatal.

Estados Unidos estuvo fuertemente involucrado en apoyar a los militares, el gobierno de derechas y a los escuadrones de la muerte en las guerras civiles en Guatemala y El Salvador durante los años 80 y 90, que mataron a 200.000 y 75.000 personas, respectivamente. Por supuesto, muchos miles más huyeron de la violencia y se convirtieron en refugiados en otras partes de América Latina y los Estados Unidos.


Aumento de pandillas

El legado de los conflictos civiles en América Central y el desplazamiento masivo que causaron han contribuido al aumento de las bandas criminales.

Muchos de los refugiados que huyeron de América Central en la década de 1980 desembarcaron en el sur de California, donde los jóvenes se unieron a las pandillas. A mediados de la década de 1990, Estados Unidos deportó a 4.000 pandilleros a Centroamérica. Hoy, las altas tasas de homicidios en el Triángulo Norte se atribuyen a una guerra entre dos bandas rivales, MS-13 y Barrio 18; ambas tienen sus raíces en los Estados Unidos. Debido a la corrupción gubernamental, la pobreza severa y la falta de oportunidades, las condiciones estaban dadas para que esta cultura de pandillas "exportada" proliferara.

Volatilidad política, social y económica

La volatilidad política, social y económica que prevalece en la región también está directamente relacionada con este reciente pasado violento.

Las tasas de asesinatos en el Triángulo Norte son las más altas del mundo. Los informes oficiales para 2015 documentan entre 4.750 y 5.500 homicidios en Guatemala, mientras que en El Salvador, ahora la capital mundial del asesinato, 900 personas fueron asesinadas solo en agosto de 2015. Si bien las invasiones hogareñas, el asalto sexual, el secuestro, el narcotráfico y los niveles de delitos menores son altos, las fuerzas policiales cuentan con fondos, capacitación y equipamiento inadecuados. La corrupción y la colusión del gobierno significan que la gran mayoría de los crímenes no son procesados. En Honduras, que consistentemente tiene una de las tasas de homicidios más altas del mundo, el 96 por ciento de los asesinatos quedan impunes.

Contratos comerciales perjudiciales

Otro factor que impulsa las altas tasas de migración es la presencia de empresas transnacionales (ETN) y los acuerdos comerciales que facilitan sus actividades.

Honduras, en particular, ha sido perjudicada por acuerdos comerciales como el Tratado de Libre Comercio de América Central (CAFTA), que han creado la economía maquiladora ("maquilas", similar a talleres clandestinos) que niegan salarios dignos a sus trabajadores. También se ha constatado que el gobierno hondureño se confabuló con las ETN para expropiar tierras y encubrir las desapariciones forzadas y los homicidios de defensores de los derechos humanos. Esto también contribuye a la pobreza sistémica en toda la región: el 75 por ciento de la población en Guatemala, por ejemplo, vive por debajo del nivel nacional de pobreza de 1.364 dólares por año por persona.




La política de inmigración de Estados Unidos empeora la situación



Las políticas de inmigración de Estados Unidos continúan exacerbando todos los factores que impulsan a las personas a abandonar la región.

México se enfrenta a muchos de los mismos desafíos que los otros países del Triángulo Norte, pero también sufre consecuencias adicionales por la presión de los Estados Unidos para ajustar sus controles de inmigración. El gobierno de los Estados Unidos brindó a México más de 2,6 mil millones de dólares entre 2008 y 2016 para luchar contra el crimen organizado como parte de la Iniciativa Mérida y el Programa Frontera Sur, extensiones de las políticas de prevención de la migración de México hacia Estados Unidos. Además de financiar varias reformas, este acuerdo mexicano-estadounidense desplegó 96.000 tropas mexicanas en la "guerra contra las drogas" que dejó 70.000 personas muertas y 26.000 desaparecieron a manos de las fuerzas de seguridad.

Todos estos factores significan que los migrantes enfrentan un mayor riesgo de secuestro, desaparición o asesinato, ya que toman rutas más peligrosas para evadir los puestos de control y las patrullas en un intento de no ser atrapados.

Mientras no se aborden las causas fundamentales en América Central, incluido el papel principal que los Estados Unidos tiene y sigue jugando en la violencia, el terror y la pobreza sistémica, los centroamericanos continuarán huyendo y emprenderán el peligroso viaje hacia el norte.

Los estadounidenses deben estar mejor informados sobre la contribución de su propio país a este éxodo en curso y exigir que sus funcionarios electos pongan fin al rol de los Estados Unidos en prácticas de comercio desleal, regímenes represivos y políticas fronterizas, como Plan Frontera Sur. Cuando las razones de su huida se abordan de manera que proporcionen seguridad, dignidad y justicia en su propio hogar, los centroamericanos ya no tendrán que buscar un futuro en otro lugar.